“El estudio de Gisela Konopka, realizado con un grupo de jóvenes con comportamientos delictivos, … se considera de gran importancia y está lejos de haber caducado… El grupo de jóvenes con el cual la autora trabajó estaba definido como delictivo y sus integrantes esperaban la decisión definitiva de un grupo de examinadores. Estos adolescentes eran, en su mayoría, un grupo de jóvenes enérgicos, agresivos e inquietos. Además, habían cometido delitos contra la sociedad y, por ello, se sentían perturbados, culpables o provocadores… Dicho programa de terapia de grupo debe complementarse con la provisión de terapeutas que puedan trabajar, de manera individual, con aquellos niños y jóvenes que no respondan adecuadamente, o de manera alguna, al trabajo en grupo. …” (Hyman S. Lippman, director de la Amherst H. Wilder Child Guidance Clinic).