Este es el libro de un cristiano cuyo espíritu está ordenado alrededor del principio central de la caridad, del amor, y por lo tanto es el libro de un hombre de fe. Es un llamado a la plenitud de la vida. A la posibilidad de ser un cristiano, un hombre verdadero, que ama a Cristo y a su fe, sin verse cercenado por la Ley, cuando en su corazón y en su conciencia de adulto responsable la comprensión de las enseñanzas que la vida ofrece es bien intencionada y auténtica. Plantea el doloroso tema del exilio de tantos que se sienten rechazados injustamente, no incluidos en las riquezas de la fe cristiana, desamparados por una Iglesia a la que siempre habían considerado su madre y que sin embargo persisten en la fe, en la fidelidad a esa misma Iglesia que los rechaza en nombre de la Ley. Al corazón de la Iglesia que ama se dirige el autor de este libro... (del Prefacio, de Marcela Solá)
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Indice | Prefacio 9 ¿Por qué una mandala? 15 Prólogo 19 Capítulo I "Señor, muéstranos al Padre y creeremos" 27 Capítulo II "No he venido a abolir la ley sino a darle cumplimiento" 37 Capítulo III "Y se transfiguró delante de ellos" 47 Capítulo IV "Que todos sean uno" 55 Capítulo V "Tomad y comed, todos..." 65 Capítulo VI "¡Felices ustedes, los pobres!" 73 Capítulo VII "No sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo" 83 Capítulo VIII "No ruego sólo por éstos, sino por aquellos que por medio de su palabra creerán en mí" 95 Capítulo IX "¿Quién me ha tocado?" 105 Cuento a manera de epílogo La búsqueda 109 |