Al ofrecer estas traducciones, no es nuestro propósito componer una prolija y completa presentación de la imponente figura de san Agustín; sólo intentamos ubicar en su tiempo y en su temática los textos que nos ponen en contacto con los comienzos de la obra agustiniana. Estos textos han recobrado, en los últimos tiempos, por obra de la crítica, su carácter de testimonio genuino de la transformación interior que la conversión al cristianismo operó en su alma. Los Soliloquios constituyen una meditación, en forma de un diálogo entre el alma y la razón. Comienza con una de las más maravillosas plegarias que el hombre pueda formular. Se encamina, luego, hacia los dos objetivos centrales del pensamiento agustiniano: conocer a Dios y conocer el alma. De allí, la enumeración afanosa de todas las condiciones que posibilitan ese conocimiento y el descubrimiento de la necesidad imprescindible de la luz de Dios para ver la verdad. El libro segundo de los Soliloquios está dedicado al tema de la inmortalidad del alma. Aunque su argumentación no es conclusiva, no podemos negar la fuerza especulativa que Agustín impone al tema; sobre todo, cómo se abre paso, poco a poco, en esta reflexión acerca de la verdad, su doctrina de la iluminación. En Acerca de la vida feliz, arranca desde un punto de vista más práctico: de la necesidad de felicidad del hombre ha de concluirse que puede encontrar la verdad. El sabio es feliz. Pero la felicidad está en lo que no puede perderse y sólo quien tiene a Dios puede ser feliz. Así, "no hay verdadera felicidad, sino en el perfecto conocimiento de Dios". Nuestro propósito es acercar al lector inquieto un pensador cristiano cuyo lenguaje, cuya problemática y cuyas respuestas pueden ser válidos hoy. Si estos textos despiertan la atracción por el pensamiento agustiniano e incitan a su lectura, daremos por bien empleado nuestro esfuerzo.
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Indice | Introducción 7 Soliloquios 15 Libro Primero 15 Capítulo Primero. Invocación a Dios 17 Capítulo Segundo. Qué se ha de amar 25 Capítulo Tercero. Conocimiento de Dios 27 Capítulo Cuarto. La verdadera ciencia 29 Capítulo Quinto. Acerca de la misma ciencia sobre cosas diversas 33 Capítulo Sexto. Los sentidos del alma con que se percibe a Dios 35 Capítulo Séptimo. Hasta qué punto son necesarias la fe, la esperanza y la caridad 39 Capítulo Octavo. Lo que se necesita para conocer a Dios 41 Capítulo Noveno. El amor propio 43 Capítulo Décimo. Amor de las cosas corporales y exteriores 45 Capítulo Once. Los bienes exteriores pueden no sólo aceptarse sino también desearse, no por sí mismos sino por verdaderos bienes 47 Capítulo Doce. Cómo todos los deseos y pasiones deben ordenarse al sumo bien 51 Capítulo Trece. Cómo y a través de qué grados se pone de manifiesto la sabiduría, el verdadero amor 55 Capítulo Catorce. La misma sabiduría cura los ojos del alma para que pueda ver 57 Capítulo Quince. Conocimiento del alma y confianza en Dios 61 Libro Segundo 65 Capítulo Primero. Acerca de la inmortalidad del alma 67 Capítulo Segundo. La verdad eterna 71 Capítulo Tercero. Sobre la falsedad, la percepción sensible y la inmortalidad del alma 73 Capítulo Cuarto. ¿Se puede inferir la inmortalidad del alma de la perpetuidad de la falsedad o de la verdad? 77 Capítulo Quinto. Qué es la verdad 81 Capítulo Sexto. De dónde proviene y dónde está la falsedad 83 Capítulo Séptimo. Acerca de lo verosímil. Por qué esta obra se llama Soliloquios 87 Capítulo Octavo. De dónde proviene lo verdadero y lo falso 89 Capítulo Noveno. Qué es lo falso, lo falaz, lo mentiroso 91 Capítulo Décimo. Algunas cosas son verdaderas por lo mismo que son falsas 93 Capítulo Once. La verdad de las ciencias. La fábula. La gramática 95 Capítulo Doce. De cuántas maneras unas cosas están en otras 99 Capítulo Trece. Conclusión sobre la inmortalidad del alma 101 Capítulo Catorce. Examen sobre el silogismo anterior 105 Capítulo Quince. Naturaleza de lo verdadero y lo falso 107 Capítulo Dieciséis. Si las cosas mejores pueden llamarse con el nombre de las inferiores 111 Capítulo Diecisiete. Si algo es totalmente falso o verdadero 113 Capítulo Dieciocho. Si los cuerpos son verdaderos 115 Capítulo Diecinueve. La verdad inmortal prueba la inmortalidad del alma 117 Capítulo Veinte. Creemos que algunas cosas son verdaderas. Algunas recordamos. Algunas no se captan ni con el sentido, ni con la fantasía, sino sólo con la razón 119 Acerca de la vida feliz 123 Capítulo Primero 125 Prólogo. Ocasión del debate 125 1. El puerto de la filosofía 125 2. Clases de hombres que se ayudan con la filosofía 126 3. Peligros que acechan 127 4. Evolución de Agustín 128 5. Ocasión del debate 129 6. Personajes asistentes 130 Capítulo Segundo 133 Discusión del primer día 133 7. Estamos compuestos de cuerpo y alma 133 8. El alimento del cuerpo y del alma 135 9. Es necesario desear el alimento del cuerpo y del alma 136 10. No es feliz quien no tiene lo que quiere 137 11. No es feliz quien tiene lo que quiere 138 12. Es feliz el que posee a Dios 140 13. Crítica a los Académicos 141 14. El Académico no puede ser feliz ni sabio 141 15. Reacción a favor de los Académicos 142 16. Refutación final 144 Capítulo Tercero 145 Discusión del segundo día 145 17. Sobre los que poseen a Dios 145 18. Tres definiciones sobre la manera de poseer a Dios 146 19. Si Dios quiere que el hombre lo busque 147 20. Es feliz, el que tiene a Dios a su favor 148 21. El que encontró a Dios, es feliz 149 22. La infelicidad y la indigencia 150 Capítulo Cuarto 153 Discusión del tercer día 153 23. Es feliz el que no sufre indigencia 153 24. No todo el que no tiene necesidad es feliz 154 25. El sabio no es indigente 154 26. Si todo desdichado es indigente 155 27. La sabiduría procede de Dios 156 28. La indigencia y la infelicidad 157 29. Todo desdichado es indigente y todo indigente es desdichado 158 30. La indigencia y la plenitud del alma 159 31. Indigencia es necedad y plenitud es sabiduría 160 32. Plenitud del alma y la moderación 161 33. El hombre feliz es moderado o Sabio 162 34. La Sabiduría es poseer a Dios en el alma 163 35. La vida feliz consiste en conocer la Verdad y saber por qué medio se entra en contacto con la Sabiduría 164 36. Conclusión final 165 Notas 167 |