¡ Vacío !
"Tienes un mail en tu bandeja de entrada. Adivina de quién. ¡Sí, es lo que sospechabas! Tienes un mail de Dios. Claro está que no se trata de un mail escrito ‘directamente’ por Dios. Dios no necesita valerse de líneas telefónicas, servidores o cablemódem para comunicarse con sus hijos. Él es mucho más personal: habla directo al corazón. Tan directo es que, a veces, no sabemos escucharlo. Por eso, estos mails son sólo una forma más para descubrir la Palabra de Dios (¡y hay muchas otras!). Tu bandeja está ahora llena de mails de Dios, que parten todos de su Palabra, de un texto de la Biblia, y lo aplican muy personalmente a tu vida de todos los días."