La Navidad

A pesar de la tristeza de los tiempos
Con su lucidez habitual, el Cardenal Martini presenta reflexiones sobre el misterio de la Navidad. ¿Qué significan el pesebre, los augurios, el Dios Niño, en un mundo aparentemente desposeído de ilusiones? Respuesta brillante que reactualiza el milagro de
La Navidad
Sello: Lumen
ISBN: 950-724-705-X
Páginas: 128
Año: 1997
Autor: Carlo Maria Martini
Disponibilidad: Disponible
Precio: u$10
Cant.:  

¿Cómo vivir el sentido de la Navidad cristiana en un tiempo que parece haber perdido la ilusión de la novedad que la Navidad significa? Navidad, una fiesta que sucede cada día. Porque cada día despertamos a una vida nueva. Cada momento es una invitación a renacer. En la noche oscura está llegando el Señor... ¿Hay para Él un espacio en tu casa, en tu corazón? Las homilías y meditaciones del cardenal Carlo Maria Martini son testimonio vigoroso del anuncio que la Navidad lleva en sí. Un anuncio que, alzándose sobre el misterio histórico universal, es mensaje de hermandad, de ternura, de felicidad. Cada reflexión, partiendo de una lectura orante de la Palabra, de la Palabra que acompaña nuestra cotidianidad, ofrece, “en medio de la tristeza de los tiempos”, un arcoiris de luz bíblica. ¡Ven, Señor Jesús!

Indice
Indice
Pesebres para nuestro tiempo 7
I. Navidad, la verdadera cuestión moral 9
II. Navidad aquí y ahora 13
III. La Navidad de 1984 19
IV. Esperanza de una vida nueva 25
V. Una nueva atención para la vida diaria 31
VI. En el nacimiento de Jesús, la revelación del Padre 37
VII. En el rostro del que sufre, la imagen de Cristo niño y crucificado 45
VIII. El misterio de nuestra fe 51
IX. Navidad, un acontecimiento que nos toca hoy 59
X. Anuncio de libertad 67
XI. El don de Dios que viene hacia nosotros 71
XII. El niño Jesús anticipa la plenitud eterna 77
XIII. Jesús golpea hoy a nuestra puerta 83
XIV. La acogida que nos salva de las tinieblas 91
XV. Cómo vivir el anuncio de la Navidad 97
XVI. Compartir es la forma suprema del amor 103
XVII. Partir desde Jesús, Hijo de Dios 111
XVIII. Alabar y dar gloria a Dios 119
Fuentes 125