De familia irlandesa, nació en Londres en 1926, y su vida se entretejió con los temas de la plegaria y la comunicación. En su juventud intentó seguir una vocación religiosa, pero decidió estudiar Leyes en el Trinity College. Tras graduarse, se hizo miembro del Servicio Colonial, y lo enviaron a Malaya. Fue allí donde aprendió a meditar con un monje hindú, y lo que de él aprendió sobre la vida interior lo enseñó luego en la Iglesia. Al regresar a Occidente, dio clases de Derecho Internacional en el Trinity College de Dublín. En 1957 ingresó en la orden de los monjes benedictinos, y cuando explicó cómo rezaba, con la esperanza de que se comprendiera lo que había aprendido en Oriente, le aconsejaron que dejara de meditar, ya que no formaba parte de la Tradición. Así, según él lo describiera posteriormente, se adentró en el desierto durante varios años, pero sólo para regresar al sendero como luego lo hizo, "a la manera de Dios y no a la mía". Años más tarde, releyó a Juan Casiano, cuyos escritos habían influido profundamente en san Benito y en toda la tradición occidental. Es así como redescubre el mantra en las conferencias del siglo V. Se convenció cada vez más de que había una tradición de plegaria contemplativa que daba respuesta a la nueva visión de la Iglesia acerca de la beatitud de la gente de Dios. regresó a Londeres y allí inició una pequeña comunidad laica en el monasterio que rápidamente se convirtió en un centro para grupos de meditación, y así enseñó a gente de toda edad, clase social y modo de vida. Para responder a las necesidades de los individuos y de nuevos grupos que se formaban fuera del Centro, comenzó a escribir y grabar sus charlas. En 1977, ante la invitación del arzobispo de Montreal y del obispo Leonard Crowley, dio comienzo a una pequeña comunidad en Montreal, cuyo trabajo y objetivo primordial sería vivir el Evangelio mediante la práctica y la enseñanza de la meditación. Desde este momento su trabajo se extendió por el mundo, y antes de su muerte, a fines de 1982, había comenzado a formarse una vasta comunidad de meditadores que revivían la conciencia de la Iglesia como hermandad enraizada en la plegaria y en la acción contemplativa.